Daniel – Estudio del Capítulo 6

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El tema principal del capítulo

El tema principal del capítulo 6 es:

IDENTIFICANDO AL ANTICRISTO

En el capítulo 5 estudiamos la caída del imperio de Babilonia y la entrada de un nuevo reino: Ciro puso en el trono de Babilonia a su tío Darío el Medo.

En el capítulo 6 estamos en Babilonia pero bajo el reino de los Medos y Persas

Medo-Persia (Reino Inferior de Plata)

:1-4

Darío está organizando su gobierno: puso 120 sátrapas que gobernasen en todo el reino y sobre los sátrapas a 3 gobernadores. Sobre estos 3 gobernadores puso a Daniel.

Rey Darío

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Daniel

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3 gobernadores

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120 sátrapas

Los sátrapas, por la envidia, se volvieron en enemigos de Daniel.

PR pg. 397.1 – “El profeta ocupaba un puesto de mucha autoridad en el reino, y los malos ángeles temían que su influencia debilitase el dominio que ejercían sobre sus gobernantes. Esos agentes satánicos eran los que habían movido a los príncipes a envidia.”

Agentes satánicos movieron a los príncipes a la envidia y a destruir a Daniel.

Asi como los sátrapas tenían que rendir cuentas a los gobernantes y los gobernantes al rey, como estudiamos en el capítulo anterior, nosotros tendremos que dar cuentas con el gobernante del universo cuando llegue el EXAMEN/JUICIO.

¿Por qué el rey Darío puso a Daniel de segundo en el reino?

En el 538ac cayó Babilonia. Belsasar fue muerto y Daniel quedó con vida.

El rey Darío vio que Daniel tenía un espíritu superior.

Al final del capítulo 5, Daniel obtuvo el puesto número 3 en el reino de Babilonia por descifrar la escritura en la pared, y fue vestido púrpura y un collar de oro puro. Entonces cuando Darío llegó a ocupar Babilonia se debió enterar de todo esto.

Ciro y Darío seguramente llegaron a oír del tipo de vida que llevaba Daniel y del tipo de persona responsable que era trabajando para el rey Nabucodonosor.

Daniel era un cautivo en Babilonia, pero Darío no lo veía como a un cautivo, pues Daniel era conocido como un sabio estadista de mucho valor para el reino.

Además Daniel tenía que cumplir un propósito para Dios al fin de los 70 años de la profecía de Jeremías:

Jeremías 29:10 – la profecía sobre los 70 años de cautiverio del pueblo judío en Babilonia:

“Yo los traeré de retorno a la tierra”

Al concluir los 70 años de la profecía el pueblo hebreo debía de regresar a Jerusalén, con el propósito de que restauren el santuario que Babilonia había destruido.

606 aC |————-538 aC———–|

68 años                 2 años

Para este tiempo, ya habían trascurrido 68 años. Solo faltaban dos años más para que se cumpla Jeremías 29 y se de fin a los 70 años de cautiverio en Babilonia.

Isaías 44:28 y 45:1-2 – Las profecías indican también que es Ciro el que cumplirá todo con respecto a la restauración del santuario.

Si Daniel tiene un puesto alto en el reino, y además conoce las profecías de Jeremías e Isaías, Daniel puede utilizar su influencia y poder para hablar con Ciro y decirle “mira lo que está escrito acerca de ti, desde antes de que vengas a la existencia.” Esto es algo que impresionaría poderosamente a Ciro y lo motivaría a dar cumplimiento a las profecías.

Obviamente satanás no iba a querer que esto ocurra y por eso necesita destruir a Daniel para que no se cumplan lo que está escrito en la Palabra de Dios.

Seguramente tanto Darío como Ciro llegaron a escuchar todo lo que el Dios de Israel había predicho en sueños a Nabucodonosor y también como todo aquello revelado en los sueños se llegó a cumplir. Seguramente todos en el reino sabían que fue Daniel el que había interpretado los sueños y que Dios se los había revelado.

Los enemigos de Daniel, sirviendo de agentes de satanás, van a planear en contra para que no se cumpla el propósito de Dios: el fin del cautiverio judío y la restauración del santuario.

Si el santuario no es restaurado, no hay perdón de pecados, no hay justificación/aceptación, no hay Espíritu Santo como agente regenerador, y no hay frutos del espíritu de Gálatas 5:22-23. Esto es justamente lo que le conviene al enemigo. Es por todo esto es que se debe restaurar el Sacerdocio y el Santuario.

El plan para destruir al siervo de Dios

PR pg. 396.2 – “Los honores otorgados a Daniel despertaron los celos de los principales del reino, y buscaron ocasión de quejarse contra él; pero no pudieron hallar motivo para ello, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue en él hallado.”

:5

Estos sátrapas y gobernantes no encontraron ninguna corrupción en Daniel. Entonces, como sabían que era un hombre bien religioso y temeroso de Dios, decidieron buscar algo por el lado religioso para dañarle.

En la ley de su Dios

PR pg. 396.3 – “La conducta intachable de Daniel excitó aún más los celos de sus enemigos. Se vieron obligados a reconocer: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna, si no la hallamos contra él en la ley de su Dios.”

:6-7

Los sátrapas y gobernantes fueron al rey Darío y le dijeron:

“todos los gobernadores…”

Lo cual era mentira, pues no le consultaron a Daniel…

“…han acordado que promulgues un edicto real.”

Los sátrapas convenciendo al rey Darío a favor del decreto
Los sátrapas convenciendo al rey Darío a favor del decreto

El decreto del rey

“cualquiera que por el espacio de 30 días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, sea echado en el foso de los leones.”

El decreto prohíbe hacer peticiones a Dios.

¿Cuál es mi petición diaria?

Mi petición diaria: que Cristo Sumo Sacerdote en el Santuario Celestial interceda por mí para que yo sea aceptado en virtud de su justicia perfecta, para que también derrame la lluvia temprana para que el Espíritu Santo venga a habitar en mí como agente regenerador, y para que mis pecados sean perdonados en virtud de su sangre derramada en la cruz (Hebreos 8:1-6).

Esta es mi petición diaria al Dios verdadero. Es la justificación por la fe, es el Servicio Diario Celestial (Romanos 3:24).

Este decreto de los sátrapas demanda que toda petición sea hecha al rey, a un hombre pecaminoso, en lugar de ser hecha a Dios.

Los sátrapas planearon este edicto porque conocían los hábitos estrictos de Daniel y porque sabían que Daniel buscaba la justificación y el perdón de los pecados diariamente con su mirada en dirección al santuario que estaba en ruinas.

PR pg. 396.5 – “Por consiguiente, los príncipes prepararon un decreto tal, y lo presentaron a Darío para que lo firmara. Apelando a su vanidad, le convencieron de que el cumplimiento de este edicto acrecentaría grandemente su honor y autoridad. Como no conocía el propósito sutil de los príncipes, el rey no discernió la animosidad que había en el decreto, y cediendo a sus adulaciones, lo firmó.”

Eclesiastés 1:2 – “Vanidad de vanidades, todo es vanidad.”

¿Quién no es vanidoso?

Darío firmó el decreto movido por la vanidad, y cegado por la vanidad no se percató de las verdaderas intenciones del decreto.

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Los sátrapas le pidieron al rey que ponga en vigencia el edicto y el rey firmó el edicto.

La Ley no se puede abrogar

Las leyes de los Medos y Persas no se podían abrogar. Si leyes humanas no se pueden abrogar, muchos menos la santa Ley de Dios se puede abrogar:

Salmo 89:34 – “No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios.”

Mateo 5:17 – “No penséis que he venido a abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrigar, sino para cumplir. De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido. Por tanto, cualquiera que quebranta el más pequeño de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumple y los enseña, éste será considerado grande en el reino de los cielos.”

Ni una letra ni una tilde de la Ley de Dios puede ser abrogada.

El rey no discernió la animosidad que había en el decreto. No se puso a pensar que era extraño que Daniel no estaba ahí presente para confirmar el decreto.

Es decir: el rey no investigó el asunto. El enemigo estaba detrás del decreto con el propósito de destruir a Daniel, para que no haya quién le diga a Ciro que había que reconstruir el santuario y para que así no se cumpla la profecía.

PR pg. 397.1 – “Los enemigos de Daniel salieron de la presencia de Darío regocijándose por la trampa que estaba ahora bien preparada para el siervo de Jehovah. En la conspiración así tramada, satanás había desempeñado un papel importante.

El profeta ocupaba un puesto de mucha autoridad en el reino, y los malos ángeles temían que su influencia debilitase el dominio que ejercían sobre sus gobernantes. Esos agentes satánicos eran los que habían inspirado el plan para destruir a Daniel; y los príncipes, prestándose a ser instrumentos del mal, lo pusieron en práctica.

Los enemigos del profeta contaban con la firme adhesión de Daniel a los buenos principios para que su plan tuviese éxito. Y no se habían equivocado en su manera de estimar su carácter.”

¿Qué objetivo tenía el decreto?

Destruir a Daniel y que no se cumpla lo que estaba escrito en las Sagradas Escrituras.

“Perdona, oh Jehovah, mi pecado” – esa es la petición más importante para el hombre, es el Servicio Diario.

Este decreto estaba quitando el Servicio Diario Celestial al prohibir hacer peticiones a Dios.

Salmos 25:18 – “Mira mi aflicción y mis afanes; perdona todos mis pecados.”

Salmos 79:9 – “Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por causa de la gloria de tu nombre. Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nombre.”

Joel 2:17, Números 14:19, Deuteronomio 21:8, 1 Reyes 8:30.

¿Cuál era el castigo del decreto?

Ser echado al foso de los leones: es un decreto de muerte.

:9-13

Daniel, entró a escondidas a orar, o cambió de actitud?

Daniel no cambió de actitud: a la hora indicada abrió las ventanas, se postró de rodillas y oró como lo solía hacer siempre y diariamente.

PR pg. 397.2 – “Él (Daniel) reconoció prestamente el propósito del maligno que habían tenido al fraguar el decreto, pero no cambió su conducta en un solo detalle. ¿Por qué dejaría de orar ahora, cuando más necesitaba hacerlo? Antes renunciaría a la vida misma que a la esperanza de ayuda que hallaba en Dios.

Según su costumbre

Cumplía con calma sus deberes como presidente de los príncipes; y a la hora de la oración entraba en su cámara, y con las ventanas abiertas hacia Jerusalén, según su costumbre, ofrecía su petición al Dios del cielo. No procuraba ocultar su acto. Aunque conocía muy bien las consecuencias que tendría su fidelidad a Dios, su ánimo no vaciló. No permitiría que aquellos que maquinaban su ruina pudieran ver siguiera la menor apariencia de que su relación con el Cielo se hubiese cortado. En todos los casos en los cuales el rey tuviese derecho a ordenar, Daniel le obedecería; pero ni el rey ni su decreto podían desviarle de su lealtad al Rey de reyes.”

Los sátrapas fueron a espiarlo (o sea que ya lo habían espiado antes y por eso planearon el edicto) y vieron que Daniel estaba orando haciendo peticiones a Dios. Luego fueron donde el rey a recordarle el decreto y el castigo a la desobediencia (exactamente igual como lo hicieron los sabios con Nabucodonosor en el capítulo 3).

El rey respondió: “Verdad es, conforme a la ley de Media y Persia, la cual no se abroga.”

Una vez que le recordaron el edicto al rey, ahí recién acusaron a Daniel.

PR pg. 398.1 – “Durante todo un día los príncipes vigilaron a Daniel. Tres veces le vieron ir a su cámara, y tres veces oyeron su voz elevarse en ferviente intercesión para con Dios.”

Daniel oraba en voz alta. El pudo haberse encerrado y orar calladito, pero no lo hizo. El Servicio Diario de Daniel consistía en orar tres veces al día de cara hacia el santuario (que en ese entonces estaba destruido en Jerusalén).

Ahora el rey Darío se da cuenta cuál era el propósito de ese decreto, se da cuenta que había caído en una trampa preparada contra Daniel, pero era demasiado tarde. El rey se dio cuenta que, con el decreto, a los sátrapas no les interesaba el honor de Darío, sino su propio honor.

Daniel haciendo su Servicio Diario de cara al Santuario
Daniel haciendo su Servicio Diario de cara al Santuario

:14-15

Le pesó en gran manera al rey Darío darse cuenta de su error y de la trampa en contra de Daniel, y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.

Pero los sátrapas le rodearon y le dijeron:

“ningún edicto que el rey confirme puede ser abrogado.”

El rey tuvo que cumplir la ley

:16-18

Como la ley no podía ser abrogada ni cambiada de ninguna manera, el rey dio la orden y tuvo que mandar echar a Daniel al foso de los leones.

El rey le dijo: “que te libre el Dios tuyo.”

“Tu dios, a quien tu continuamente sirves” – el rey conocía también los hábitos continuos de Daniel.

Daniel prefirió morir antes que pedirle peticiones y perdón de pecados a un hombre. Prefirió la muerte antes de dejar de hacer su servicio diario. Prefirió morir antes que perder la justificación por la fe. Prefirió la muerte antes que dejar de recibir el bautismo diario del Espíritu Santo. 

El rey no pudo cambiar el decreto para salvarle la vida a Daniel, porque la ley de Media y Persia no se podía abrogar.

Una piedra se puso en la puerta del foso y usaron el sello del rey para que se acuerden que no se puede abrogar la ley.

Dios, para poder salvarnos, permitió que su Hijo se levante del trono que comparte con Él, permitió que la divinidad de su Hijo sea revestida con humanidad, y aceptó la decisión de Cristo de morir por todos nosotros.

Luego, como la Ley de Dios no puede ser abrogada y la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23), ejecutó la sentencia sobre su Hijo amado. Porque la Ley de Dios no puede ser abrogada.

Mateo 27:66 – también pusieron una piedra en la tumba de Jesús y lo sellaron con el sello romano para que nadie se atreva a moverla. Igual que pasó con Daniel.

Esa noche el rey Darío no pudo comer ni dormir. El rey ayunó, no quiso saber nada de músicos, ni de bailarinas, pues estaba profundamente triste.

:19-23

El rey Darió se levantó temprano al alba y corrió al foso de los leones.

Darío llamó a Daniel preguntando si Dios lo había librado de la boca de los leones. El rey tenía una esperanza, y Daniel le dijo que Dios mandó un ángel que cerró la boca de los leones, pues él era inocente:

  1. Porque ante él he sido hallado inocente. (JUSTIFICACION)
  2. Aun delante de ti, no he hecho nada malo. (SANTIFICACION)

Daniel, ante Dios, era inocente y sin mancha de pecado en Cristo. Daniel en sí mismo era pecador y con mancha de pecado. Pero en Cristo, Daniel era inocente. Esto es JUSTIFICACION. En nosotros mismos somos pecadores, pero en Cristo somos sin mancha de pecado.

Daniel 9:20 – “aun estaba orando y confesando mi pecado” – Daniel sabía que en sí mismo era pecador y el lo reconocía.

SANTIFICACION es la experiencia personal en nosotros, es el resultado de la Justificación, pues es el resultado de recibir al Espíritu Santo como agente regenerador al ser justificados en el Santuario Celestial.

Es gracias al Espíritu Santo que podemos obrar para bien, dejar de hacer el mal, abandonar la práctica del pecado y obedecer la ley. Es por esto que la “fe sin obras esta muerta” (Santiago 2:17). Las obras no nos salvan, pero las obras dan testimonio de nuestra fe, de nuestra aceptación en Cristo y por Cristo.

:23

El rey se alegró y ordenó que saquen a Daniel del foso de los leones.

:24

El rey mandó traer a los sátrapas que acusaron a Daniel, y demandó que, junto con sus hijos y mujeres, fuesen echados al foso de leones. El rey hizo esto pues sabía que ellos eran movidos por los celos y la envidia, y que además demostraron que no les interesaba la gloria de Darío sino su propia gloria.

Una lección que podemos sacar de todo esto es que muchas veces nuestras decisiones pueden influir negativamente en los que están alrededor nuestro. En este caso mujeres e hijos: toda la familia murió por la envidia de las cabezas de familia. Hay que ser conscientes de lo que hablamos y decimos, ya que nuestras decisiones van a afectar a otras personas.

La conversión de Darío

:25-27

El rey Darío luego volvió a sacar un decreto, a todos los pueblos y naciones:

“Paz os sea multiplicada.” – Es el saludo de un rey convertido, como vimos también en el capítulo 4 en la conversión del rey Nabucodonosor.

“De parte mía es dada la orden de que en todo el dominio de mi reino tiemblen y teman delante del Dios de Daniel.”

No dice “mi Dios” pero reconoce que el reino terrenal de él iba a desaparecer y que el único que no iba a desaparecer era el Reino Eterno de Dios:

“Su reino es un reino que no será destruido, y su dominio dura hasta el fin.”

También reconoce que Dios “salva y libra, hace señales y milagros en los cielos y la tierra” y que “el es quién libró a Daniel del poder de los leones.”

Este es otro rey convertido que reconoce que el reino de Dios es el único que prevalecerá por la eternidad.

:28

Daniel siguió en su cargo y permaneció hasta después del reino de Darío, durante el de Ciro.

¿Qué lección sacamos de este capítulo?

Los poderes políticos estaban tratando, mediante un decreto de estado, el impedir hacer peticiones a Dios, y que las peticiones fueran hechas a un hombre.

Este decreto que sacaron los hombres con poder político estaba quitando de Dios el oficio de perdonar los pecados. Y colocaba este oficio en manos de un hombre pecaminoso.

Éste es el espíritu del anticristo.

Dios debe escuchar nuestra confesión de pecados. El anticristo quita el oficio de Dios de escuchar nuestras peticiones y otorgarnos el perdón, y quiere que pidamos perdón a hombres pecaminosos.

El enemigo logró este objetivo mediante el poder civil, mediante un decreto de estado. Quitó el continuo: el Servicio Diario.

Ésta es una historia profética

Hoy en día, un hombre va donde un cura y el cura le absuelve de pecados rezando cierto numero de ave marías. Han quitado el servicio diario, el continuo, las peticiones hechas a Dios, para que sean hechas peticiones a un hombre pecaminoso.

El decreto de Darío, esta vigente hoy, gracias al cuerno pequeño y debemos darnos cuenta de ello.

Más adelante, vamos a estudiar en el capítulo 8, que estaba profetizado que el anticristo o cuerno pequeño iba a quitar el continuo (Daniel 8:11) al igual como ocurrió con el decreto de Darío.

Todo lo que le ocurrió al pueblo de Dios (Israel según la carne) en manos de Babilonia terrenal, era una advertencia profética de lo que iba a ocurrir con el Israel según el espíritu (Romanos 2:28-19) en manos de la Babilonia espiritual (Apocalipsis 14:8).

“teman y tiemblen delante del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente, que permanece por la eternidad. Su reino es un reino que no será destruido, y su dominio dura hasta el fin.

El salva y libra; él hace señales y milagros en el cielo y en la tierra. El es quien libró a Daniel del poder de los leones.”

Amén. Que Dios los bendiga.

Continua estudiando: Estudio completo de Daniel 7