Señales Bíblicas de la Segunda Venida de Cristo

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El mundo cristiano actualmente dice que hay que prepararse para la segunda venida de Cristo, y dan señales (tales como los desastres naturales, matrimonio entre personas del mismo sexo, etc.) que están aconteciendo actualmente como prueba de que el tiempo de su venida esta cerca.

Estas señales están efectivamente aconteciendo, pero son señales para otro evento que antecede a su segunda venida en gloria.

¿Cuáles son las verdaderas señales Bíblicas de la segunda venida de Cristo? 

1) Las 7 plagas (Apocalipsis 16:1-21)

1- Las úlceras sobre los hombres que tienen la marca de la bestia (Ap. 16:2).

2- Los mares se convierten en sangre, muere todo ser viviente que está en el mar (Ap. 16:3).

3- Los ríos y las fuentes de agua se convierten en sangre (Ap. 16:4).

4- El sol quema a los hombres como fuego (Ap. 16:8).

5- El trono de la bestia convertido en tinieblas (Ap. 16:10).

6-  Las aguas del río Eufrates se secaron (Ap. 16:12).

7- Un gran terremoto y un enorme granizo (Ap. 16:18-21).

2) La señal del Hijo del Hombre en el cielo (Mateo 24:30-31)

Por el versículo 31 sabemos que la señal del Hijo del Hombre aparecerá un poco antes de su segunda venida, probablemente entre la sexta y la séptima plaga.

La señal del Hijo del Hombre que aparece en el cielo es la Ley de Dios (Salmos 50:6).

CS pg. 622.3 – «Mientras estas palabras de santa confianza se elevan hacia Dios, las nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplendor indescriptible en contraste con el firmamento negro y severo en ambos lados. La magnificencia de la ciudad celestial rebosa por las puertas entreabiertas. Entonces aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: ‘Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez’ (Salmos 50:6). Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de vida, se revela ahora a los hombres como norma de juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del Decálogo inscritos como letras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y la diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra. Es imposible describir el horror y la desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de Dios. El Señor les había dado su ley con la cual hubieran podido comparar su carácter y ver sus defectos mientras que había aún oportunidad para arrepentirse y reformarse; pero con el afán de asegurarse el favor del mundo, pusieron a un lado los preceptos de la ley y enseñaron a otros a transgredirlos. Se empeñaron en obligar al pueblo de Dios a que profanase su sábado.»

Cuando el mundo entero pueda ver la santa Ley de Dios aparecer en el cielo ya será demasiado tarde para reconocerla.

Mateo 24:30 dice que «todas las tribus de la tierra se lamentarán.»

¿Por qué se lamentan?

Unos se lamentarán porque no reconocieron la Ley. Dijeron que como estamos «bajo la gracia» la Ley quedó abolida.

Otros, que profesaron predicar y defender la Ley, también se lamentarán porque la pisotearon al no haberla implementado en sus vidas. La reconocieron, pero no la implementaron, pues no se arrepintieron y no se reformaron, no cambiaron su mal carácter, no perdonaron a los que les ofendieron, no la pusieron en práctica.

3) El decreto de muerte (Apocalipsis 13:15)

PE pg. 282.1 – «Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos y juntarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los ángeles los proveían de comida y agua, mientras que los impíos sufrían de hambre y sed. Vi después que los magnates de la tierra consultaban entre sí, y Satanás y sus ángeles estaban atareados en torno de ellos. Vi un edicto del que se repartieron ejemplares por distintas partes de la tierra, el cual ordenaba que si dentro de determinado plazo no renunciaban los santos a su fe peculiar y prescindían del sábado para observar el primer día de la semana, quedaría la gente en libertad para matarlos.»

Si los impíos sufren de hambre y de sed, y los ángeles proveen de comida y agua a los santos, quiere decir que por lo menos ya han caído las tres primeras plagas. Ya que si mueren todos los seres vivientes del mar y todas las fuentes de agua se convierten en sangre, no habra agua ni para los animales, ni para las plantas, ni para los hombres. No habrá que comer ni que beber después de la tercera plaga. Por lo tanto el decreto de muerte de Apocalipsis 13:15 debe ocurrir entre la tercera y cuarta plaga.

Pero los santos estarán seguros pues, Isaías 33:16 – «Su pan le será provisto, y su agua no faltará.»

4) El tiempo de angustia de Jacob (Jeremías 30:7; Salmos 20:1)

CS pg. 602.1 – «La noche de aflicción de Jacob, cuando luchó en oración para ser librado de manos de Esaú (Génesis 32:24-30), representa la prueba por la que pasará el pueblo de Dios en el tiempo de angustia.»

El decreto de muerte ocasionará el tiempo de angustia de Jacob.

¿Por qué vino la angustia a Jacob?

Porque su propio hermano venía con un ejército para matarle.

Cuando salga el decreto de muerte, y los santos estén en lugares apartados, quienes serán los que sabrán dónde encontrarlos?

Sus propios hermanos, padres, sus propios familiares, los amigos más cercanos – los cuales no recibieron el sello de Dios sino la marca de la bestia, vendrán con otros impíos a matarlos.

Pero los santos no deberán temer pues: Salmos 34:7,17 – «El ángel de Jehovah acampa en derredor de los que le temen, y los libra. Clamaron los justos, y Jehovah los oyó; los libró de todas sus angustias.»

5) La resurrección mixta (Daniel 12:2)

Daniel 12:2 – «Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y eterno horror.»

CS pg. 621.1 – «Los sepulcros se abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua’ (Daniel 12:2). Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. ‘Los que le traspasaron‘ (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes.»

Hay dos grupos:

1.- Un grupo son los que resucitan para vida eterna, los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel. El mensaje del tercer ángel se empezó a predicar a partir del 22 de Octubre de 1844, nos lleva al Santuario Celestial -> al arca del pacto en el Lugar Santísimo -> al cuarto mandamiento -> al Sábado. Todos los que aceptaron este mensaje y todos los que predicaron este mensaje son resucitados para vida eterna.

Hiram Edson fue quien tuvo la visión del Santuario:

PE pg. XVIII.0 – «Un poco más tarde, mientras Edson, en compañía de un amigo, cruzaba un maizal en dirección al domicilio de unos adventistas (del primer día, no del séptimo día todavía), le pareció que una mano le tocaba el hombro. Alzó los ojos y vio, como en una visión, los cielos abiertos y a Cristo en el santuario entrando en el lugar santísimo para comenzar su ministerio de intercesión en favor de su pueblo, en vez de salir del santuario para purificar el mundo por fuego, como ellos habían enseñado que iba a suceder. Un estudio cuidadoso de la Biblia, que realizaron Hiram Edson, el médico F.B. Hahn y el maestro O. R. L. Crozier, reveló que el santuario que debía ser purificado al fin de los 2.300 años no era la tierra, sino el santuario celestial, y que esa purificación se haría mientras Cristo intercediese por nosotros en el lugar santísimo. Esta obra o ministerio de Cristo correspondía al mensaje referente a ‘la hora de su juicio‘ [de Dios], proclamado por el primer ángel de [Apocalipsis 14:6,7].»

2.- El segundo grupo está compuesto por los que traspasaron a Cristo y se mofaron de él. Sin duda estarán en este grupo gente de la misma calaña de Anás, Caifás, Pilato, Herodes, etc.; hasta los papas que torturaron a los santos en la inquisición.

6) El fin del tiempo de gracia (Apocalipsis 22:11)

El tiempo de gracia se termina cuando concluye la obra intercesora de Cristo en el Lugar Santísimo.

¿Qué ocurrirá entonces?

El mundo entero entenderá por fin que el diablo es mal pagador con los que le sirven:

CS pg. 600.1 – «Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha concluido. El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y pisoteado su ley; Los impíos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieran obstinadamente, acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tierra en una gran tribulación final. Como los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de contención se desencadenarán. El mundo entero será envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.»

Cuando termine el tiempo de gracia, Satanás sumirá a los que le sirvieron en una gran tribulación, y luego se desencadenarán las siete plagas. Será un tiempo tan terrible para el mundo, habrá tal hambre que ocurrirá «una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.» En aquella ruina hubo tal hambre, que las madres se comieron a sus hijos. Y esto volverá a ocurrir, los padres impíos comerán a sus hijos – Ezequiel 5:10, Jeremías 19:9.

Que poco pensamos en esto, en lo terrible que será cuando Cristo deje de interceder en el Santuario Celestial. Si los padres no quieren estar comiendo a sus hijos cuando llegue la tribulación final, las plagas, entonces deben estudiar como recibir el sello de Dios y no la marca de la bestia. Deben prepararse para el JUCIO, no para la segunda venida.

¿Que acontecimientos ocurren antes del fin del tiempo de gracia? 

El fuerte pregón de Apocalipsis 18:1-5.

Pero este fuerte pregón o alto clamor se dará en toda la tierra para aquellos que no han escuchado hasta entonces la verdad del Sábado, del Santuario Celestial, del Ministerio Sacerdotal Celestial de Cristo, etc. Para este tiempo, para la gente que ya ha escuchado estas verdades, los mensajes del primer, segundo y tercer ángel, ya es demasiado tarde.

Antes del fuerte pregón se inicia el juicio de los vivos (Apocalipsis 14:1-5), la gran prueba final.

Antes del juicio de los vivos está la ley o decreto dominical (Apocalipsis 13:15-17).

Para concluir, las señales que estamos viviendo ahora no son señales de la segunda venida de Cristo. La venida «como ladrón» de Cristo (2 Pedro 3:10; Apocalipsis 3:3; Apocalipsis 16:15) no es su segunda venida, es un llamado a JUICIO. Debemos estudiar los «días de Noé» y los «días de Lot» para darnos cuenta de que estamos a la puerta del juicio de vivos y que debemos prepararnos para recibir el sello de Dios AHORA.

Lucas 12:16-20 – «Entonces les refirió una parábola, diciendo: -Las tierras de un hombre rico habían producido mucho. Y él razonaba dentro de sí, diciendo: ‘¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde juntar mis productos.’ Entonces dijo: ‘¡Esto haré! Derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes. Allí juntaré todo mi grano y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, alégrate.’

Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para quién será?’«