Mensaje Urgente al Pueblo de Dios – ¡DESPERTAD!

El Zarandeo causado por la Amonestación del Testigo Fiel

Me fue mostrado el pueblo de Dios y lo vi poderosamente sacudido. Algunos, con robusta fe y clamores de agonía, intercedían ante Dios.

Vi que algunos no participaban en esta lucha e intercesión. Parecían indiferentes y negligentes. No resistían a las tinieblas que los envolvían, y éstas los encerraban como una espesa nube. Vi que los ángeles de Dios se apartaban de ellos y acudían en auxilio de los que se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los ángeles malos y procuraban ayudarse, clamando perseverantemente a Dios.

Pero los ángeles no hacían nada por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos; y los perdí de vista.

Mientras los que oraban continuaban clamando con fervor, recibían a veces un rayo de luz que emanaba de Cristo para alentar su corazón e iluminar su rostro.

Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el directo testimonio que exige el consejo del TESTIGO FIEL a la iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3:14-22).

Tendrá este consejo efecto en el corazón de quien lo reciba y le inducirá a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad.

ALGUNOS NO SOPORTARÁN ESTE TESTIMONIO DIRECTO, sino que se causará un zarandeo en el pueblo de Dios.

El testimonio del Testigo fiel no ha sido escuchado sino a medias. El solemne testimonio, del cual depende el destino del la iglesia, se tiene en poca estima, cuando no se lo descarta por completo. Este testimonio ha de mover a profundo arrepentimiento, y todos los que lo reciban sinceramente, le obedecerán y quedarán purificados

{CPI 617.1}

Ignorantes de nuestra verdadera condición

El Testigo Fiel dice de una iglesia fría, sin vida y sin Cristo: «Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca» (Apocalipsis 3:15-16).

Tomen buena nota de las siguientes palabras: «Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo» (Apocalipsis 3:17).

Aquí se representa a los que se enorgullecen de sí mismos por su posesión de conocimiento y superioridad espirituales. Pero no han respondido a las bendiciones inmerecidas que Dios les ha conferido.

Con orgullo farisaico han alardeado de sí mismos hasta que se ha dicho de ellos: «Tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad.»

{FO 84.2}

¡Despertad!

Oíd el consejo del Testigo Fiel: Comprad oro afinado en el fuego, a fin de que seáis ricos, ropas blancas para que estéis vestidos, y colirio a fin de que veáis. HACED ALGÚN ESFUERZO. Estos tesoros preciosos no descenderán sobre nosotros sin esfuerzo alguno de nuestra parte.

Debemos despertarnos para ver nuestros males, buscar nuestros pecados y arrepentirnos celosamente de ellos.

Vi que si hay quienes necesitan colirio, son los que poseen bienes terrenales. Muchos de ellos están ciegos en cuanto a su propio estado y su firme apego a este mundo. ¡Ojalá que viesen!

{1JT 42.4}

Un breve tiempo de prueba…

Los individuos son probados durante un cierto tiempo para ver si quieren sacrificar sus ídolos y escuchar el consejo del Testigo Fiel. Si alguno no quiere ser purificado por la obediencia de la verdad, y vencer su egoísmo, su orgullos y malas pasiones, los ángeles de Dios reciben este encargo:

«Se han unido a sus ídolos, dejadlos,» y prosiguen con su obra, dejando en manos de los malos ángeles a aquellos que no han subyugado sus rasgos pecaminosos.

Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo Fiel y recibirán la LLUVIA TARDÍA, y estarán preparados para la traslación.

{1JT 65.3}

El mensaje no es recibido

El Señor nos muestra aquí que el mensaje que deben dar a su pueblo los ministros que él ha llamado para que amonesten a la gente no es un mensaje de paz y seguridad. No es meramente teórico, sino práctico en todo detalle. En el mensaje a los laodicenses, los hijos de Dios son presentados en una posición de seguridad carnal. Están tranquilos, creyéndose en una exaltada condición de progreso espiritual.

¡Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que en ellos todo está bien cuando todo anda mal! El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño. No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios.  Aunque aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error, porque es el Testigo Fiel el que habla y su testimonio debe ser correcto.

A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje que declara que están engañados y necesitan toda gracia espiritual. El corazón que no ha sido SANTIFICADO es engañoso «más que todas las cosas, y perverso» (Jeremías 17:9). Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose BUENOS CRISTIANOS, aunque no tienen un solo rayo de la luz de Jesús.

Dios conduce a su pueblo paso a paso. La vida cristiana es una constante batalla y una marcha. No hay descanso en la lucha.

Como pueblo, estamos triunfando en la claridad y fuerza de la verdad. Somos plenamente sostenidos en nuestra posición por una abrumadora cantidad de claros testimonios bíblicos. Pero somos muy deficientes en humildad, paciencia, fe, amor, abnegación, vigilancia y espíritu de sacrificio según la Biblia. Necesitamos cultivar la santidad bíblica. El pecado prevalece entre el pueblo de Dios. El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses NO ES RECIBIDO.

Muchos se aferran a sus dudas y pecados predilectos, a la par que están engañados que hablan y sienten como si nada necesitasen. Piensan que es innecesario el testimonio de reproche del Espíritu de Dios, o que no se refiere a ellos.

No es suficiente el simple hecho de profesar creer la verdad. Todos los soldados de la cruz de Cristo se obligan virtualmente a entrar en la cruzada contra el adversario de las almas, a condenar lo malo y sostener la justicia. Pero el mensaje del Testigo Fiel revela el hecho de que nuestro pueblo está sumido en un terrible engaño, que impone la necesidad de amonestarlo para que interrumpa su sueño espiritual y se levante a cumplir una acción decidida.

Muchos preguntan: ¿Por qué se dan todos estos reproches? ¿Por qué los Testimonios nos acusan continuamente de apostasía y graves pecados? Amamos la verdad; estamos prosperando; no necesitamos estos testimonios de amonestación y reproche.

Pero miren sus corazones estos murmuradores y comparen su vida con las enseñanzas de la Biblia; humillen sus almas delante de Dios; ilumine la gracia de Dios las tinieblas; y caerán las escamas de sus ojos y se percatarán de su verdadera pobreza y miseria espirituales.

Sentirán la necesidad de comprar oro, que es la fe y el amor puro; ropa blanca, que es el carácter inmaculado, purificado en la sangre de su amado Redentor; y colirio, que es la gracia de Dios, y que les dará un claro discernimiento de las cosas espirituales para descubrir el pecado. Estas cosas son más preciosas que el Ofir.

Todo lo que es digno de posesión, aun en este mundo, debe obtenerse mediante esfuerzo y a veces por el sacrificio más penoso. Y ello es tan sólo para obtener un tesoro perecedero. ¿Estaremos menos dispuestos a soportar conflictos y trabajos y a hacer esfuerzos fervientes y grandes sacrificios, para obtener un tesoro que es de valor incalculable y una vida que se mide con la del Infinito? ¿Puede el cielo costarnos demasiado?

La fe en la pronta venida de Cristo se está desvaneciendo.

{1JT 330.3}

Peligros de los postreros días

Estamos viviendo en un tiempo muy solemne e importante en la historia de esta tierra. Nos vemos en medio de los peligros de los postreros días. Están por sobrecogernos sucesos importantes y terribles. ¡Cuán necesario es que todos los que temen a Dios y aman su ley, se humillen delante de Él y se aflijan y lamenten, confesando los pecados que han separado a Dios de su pueblo!

Lo que debe excitar la mayor alarma es que no sentimos ni comprendemos nuestra condición degradada, y que nos contentamos con permanecer como estamos. Deben acudir a la Palabra de Dios y a la oración, buscando individualmente al Señor con fervor, para encontrarlo.

Debemos hacer de esto nuestro primer quehacer.

{1JT 333.2}

Letargo mortífero y el fin del tiempo de gracia

El letargo mortífero del mundo paraliza vuestros sentidos. El pecado ya no nos parece repulsivo porque Satanás os ha enceguecido. Pronto se han de derramar los juicios de Dios sobre la tierra. «Escapa por tu vida» (Génesis 19:17), es la amonestación de los ángeles de Dios. Se oyen otras voces que dicen: «No os excitéis; no hay causa de alarma especial.»

Los jóvenes, los frívolos, los que aman los placeres consideran estas advertencias como cuentos ociosos, y las rechazan como una broma. Los padres se inclinan a creer que sus hijos tienen razón en el asunto, y todos siguen durmiendo tranquilos. Así sucedió cuando fue destruido el mundo antiguo, y cuando Sodoma y Gomorra fueron consumidas por el fuego. En la noche anterior a su destrucción, las ciudades de la llanura se revolcaban en el placer. Se burlaron de Lot por sus temores y advertencias. Pero fueron estos escarnecedores los que perecieron en las llamas. Esa misma noche se cerró para siempre la puerta de la misericordia para los impíos y descuidados habitantes de Sodoma.

Los huracanes, los terremotos, la espada y el hambre se siguen en rápida sucesión. Sin embargo, los corazones de los hombres se endurecen. No reconocen la voz de advertencia de Dios. No quieren huir al único refugio que hay para protegerse de la tormenta que se prepara.

{2JT 75.3}

Padres responsables por los hijos

No habéis dado a vuestros hijos la atención y el estímulo que necesitaban. No los habéis vinculado a vuestro corazón por los más tiernos lazos del amor. Vuestros negocios exigen gran parte de vuestro tiempo y energías; os hacen descuidar los deberes del hogar. Sin embargo, os habéis acostumbrado tanto a esta carga, que os parecería un gran sacrificio deponerla; pero si pudieseis hacerlo, ello beneficiaría tanto vuestro interés espiritual como la felicidad y la moralidad de vuestros hijos.

{2JT 76.2}

Venced los afectos terrenales

Hermanos, vuestro deber y felicidad, vuestra utilidad futura y salvación final exigen que separéis vuestros afectos de todo lo terrenal y corruptible.

Ahora se os llama en alta voz a ser dirigentes en el empleo de todos los medios de la gracia, a fin de que seáis transformados en carácter, y podáis crecer en la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús.

Tenemos que ganar grandes victorias, o perder el cielo. El corazón carnal debe ser crucificado; porque tiende hacia la corrupción moral, y el fin de ella es la muerte.

Peligros de la adulación propia

Es difícil comprendernos a nosotros mismos, tener un conocimiento correcto de nuestro propio carácter. La Palabra de Dios es clara, pero a menudo se comete un error al aplicarla a uno mismo. Existe la posibilidad de engañarse a sí mismo y pensar que las advertencias y reproches no se dirigen a uno.

El amor propio y la confianza propia pueden darnos la seguridad de que estamos en lo correcto cuando estamos lejos de satisfacer los requisitos de la Palabra de Dios.

{1MCP 275.4}

De parranda, hacia la muerte

El mundo, que actúa como si no hubiera Dios, absorto en propósitos egoístas, experimentará pronto una súbita destrucción, y no escapará.

Muchos continúan en una complacencia descuidada del YO hasta que llegan a estar tan disgustados con la vida que terminan con su existencia.

Bailando y parrandeando, bebiendo y fumando, complaciendo sus pasiones animales, marchan como bueyes al matadero.

Satanás está trabajando con todo su arte y encantos para mantener a los hombres marchando a ciegas, hasta que el Señor se levante de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra por sus iniquidades, ocasión cuando la tierra devolverá su sangre y no cubrirá más sus muertos.

El mundo entero parece empeñado en la marcha de la muerte.

{2MCP 365.1}

El YO debe ser crucificado

El YO debe ser crucificado antes que podamos vencer en el hombre de Jesús y recibir la recompensa de los fieles.

{2MCP 365.2}

El pecado incurable

Dios no puede asociarse con los que viven para su propia satisfacción y se dan la primera consideración. Los que obran así serán al fin los postreros. El orgullo y la presunción son pecados incurables. Estos defectos impiden todo crecimiento. Cuando un hombre tiene defectos de carácter y no lo sabe, cuando está tan lleno de suficiencia que no puede ver sus faltas, ¿cómo puede ser purificado?

«Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos» (Mateo 9:12).

¿Cómo puede alguien progresar si se cree perfecto?

{2MCP 365.3}

Escudriñad la Palabra

Pero, si no aceptamos nada más que lo que ya hemos aceptado como la verdad, no estaremos seguros. Deberíamos investigar cuidadosamente la Biblia por nosotros mismos y cavar profundamente en la mina de la Palabra de Dios buscando la verdad.

«Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.» (Salmos 97:11)

{OP 34.2}

Amén. Que Dios los bendiga.

Una respuesta para “Mensaje Urgente al Pueblo de Dios – ¡DESPERTAD!”

  1. A la cita que pusiste le falto una parte. Copio de tú articulo: «ALGUNOS NO SOPORTARÁN ESTE TESTIMONIO DIRECTO, sino que se causará un zarandeo en el pueblo de Dios».
    Cita original y completa: «Algunos no soportarán este testimonio directo, -sino que se levantarán contra él-. Esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios»

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