Período de Prueba con Tiempo Vol. 1 – Un nuevo Carácter

Tiempo de gracia
Tiempo de gracia

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La importancia de desarrollar un nuevo carácter

DTG pg. 28.3 – “Satanás se estaba regocijando de que había logrado degradar la imagen de Dios en la humanidad. Entonces vino Jesús a restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor. Nadie, excepto Cristo, puede amoldar de nuevo el carácter que ha sido arruinado por el pecado. El vino para expulsar a los demonios que habían dominado la voluntad. Vino para levantarnos del polvo, para rehacer según el modelo divino el carácter que había sido mancillado, para hermosearlo con su propia gloria.”

PVGM pg. 267.3 – “Un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro que podemos llevar de este mundo al venidero. Los que en este mundo andan de acuerdo con las instrucciones de Cristo, llevarán consigo a las mansiones celestiales toda adquisición divina. Y en el cielo mejoraremos continuamente. Cuán importante es, pues, el desarrollo del carácter en esta vida.”

 

¿Por qué necesitamos un nuevo carácter 

Para entender la necesidad de un nuevo carácter necesitamos estudiar primeramente al hombre Adán antes de caer en el pecado.

Génesis 1:26-27 – “Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a su imagen a imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.”

Dios creó al hombre a su “semejanza,” no creó al hombre “igual” a Dios.

PP pg. 24.4 – “El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter. Aunque únicamente Cristo es “la misma imagen” del Padre (Hebreos 1:3); el hombre fue creado a semejanza de Dios. Su naturaleza estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran puros, sus apetitos y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre.”

Por ejemplo, Dios tiene ojos: Salmos 11:4 – “Sus ojos ven; su vista examina a los hijos del hombre.”

Dios tiene boca: Génesis 1:3 – “Entonces dijo Dios…”

Si el hombre fue hecho a imagen de Dios, entonces Dios debe tener ojos, boca, manos, etc.

Eso en cuanto al aspecto físico se refiere. Ahora, en cuanto a la naturaleza:

Adán, antes de caer en el pecado, tenía Gálatas 5:22-23 – los frutos del Espíritu.

Adán estaba vestido de una vestimenta de luz, de “vestiduras blancas.” Al igual que los ángeles:

Hechos 1:10 – “he aquí que dos hombres vestidos de blanco se presentaron junto a ellos…” Estos eran los ángeles que se les aparecieron a los apóstoles cuando Jesús ascendió al cielo.

PP pg. 25.1 – “Cuando el hombre salió de las manos de su Creador, era de elevada estatura y perfecta simetría. La estatura de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su figura era noble y llena de belleza. La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, esta vestimenta de luz continuó revistiéndolos.”

En resumen:

Adán, antes de caer en el pecado poseía:

  1. Vestiduras blancas (exterior).- Un halo de luz y gloria.
  2. Carácter semejante al de Dios (interior).

¿Cuál era la condición para que Adán pudiera seguir teniendo estas dos cosas 1 y 2? 

Génesis 2:16-17 – Obediencia perfecta y perpetua.

CC pg. 62.1 – “La condición para alcanzar la vida eterna es ahora exactamente la misma de siempre, tal cual era en el paraíso antes de la caída de nuestros primeros padres: la perfecta obediencia a la ley de Dios, la perfecta justicia. Si la vida eterna se concediera con alguna condición inferior a ésta, peligraría la felicidad de todo el universo. Se le abriría la puerta al pecado con toda su secuela de dolor y miseria para siempre.”

La caída de Adán (Génesis 3:1-6) 

Génesis 3:8-10 – “Cuando oyeron la voz de Jehovah Dios que se paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehovah Dios entre los árboles del jardín. Pero Jehovah Dios llamó al hombre y le preguntó: –¿Dónde estás tú? El respondió: –Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo. Por eso me escondí.”

Adán después de pecar, físicamente, no se redujo de estatura ni un milímetro. Pero sin embargo, quedó desnudo. Adán perdió el halo de luz y gloria que lo rodeaba.

Génesis 3:7 – “Y fueron abiertos los ojos de ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores.”

Eso en cuanto al aspecto exterior. ¿Pero qué ocurrió en cuanto al aspecto interior?

CC pg. 17.1 – “El hombre estaba dotado originalmente de facultades nobles y de un entendimiento bien equilibrado. Era perfecto y estaba en armonía con Dios. Sus pensamientos eran puros, sus designios santos. Pero por la desobediencia, sus facultades se pervirtieron y el egoísmo reemplazó el amor. Su naturaleza quedó tan debilitada por la transgresión que ya no pudo, por su propia fuerza, resistir el poder del mal.”

Adán, antes y después del pecado
Adán, antes y después del pecado

1MS 341.3 – “Si Adán y Eva nunca hubiesen desobedecido a su Creador, si hubiesen permanecido en el sendero de la perfecta rectitud, podrían haber conocido y entendido a Dios. Pero cuando escucharon la voz del tentador y pecaron contra Dios, se apartó de ellos la luz de las vestimentas de inocencia celestial, y al perder las vestimentas de inocencia, se rodearon con los negros mantos de ignorancia con respecto a Dios. La clara y perfecta luz que hasta entonces los había rodeado había alumbrado todo aquellos a lo que se acercaban, pero privados de esa luz celestial, la descendencia de Adán no podía ya más discernir el carácter de Dios en sus obras creadas.”

Nosotros somos descendencia de Adán, por lo tanto hemos heredado su naturaleza y su condición después del pecado. Somos 100% egoísmo – 0% amor, somos inteligentes pero ignorantes respecto a cosas de Dios, estamos espiritualmente desnudos, con frutos de la carne y como hijos del Diablo. Estamos en tal condición, como Jesús nos advierte en Apocalipsis 3:17.

Cuando una persona va a hacer algo malo, mira a todos lados para “cerciorarse” de que nadie lo está mirando. Como si no existiera un Dios omnipresente y omnisapiente que todo lo ve. Es así un ejemplo de cómo demostramos nuestra gran ignorancia respecto a las cosas de Dios.

En Génesis 3:8-10 vimos que Adán se dio cuenta de su desnudez física, pero sin embargo no se dio cuenta de su desnudez espiritual.

Adán vio que perdió el halo de luz y gloria que lo revestía, pero no se percató de que el egoísmo había suplantado al amor y que la Ley de Dios ya no se encontraba grabada en su mente y su corazón.

PP pg. 32.1 – “La ley de Dios es tan santa como Él mismo. Es la revelación de su voluntad, el reflejo de su carácter, y la expresión de su amor y sabiduría. La armonía de la creación depende del perfecto acuerdo de todos los seres y las cosas, animadas e inanimadas, con la ley del Creador. Dios no solo ha establecido leyes para el gobierno de los seres vivientes, sino también para todas las operaciones de la naturaleza. Todo obedece a leyes fijas, que no pueden eludirse. Pero mientras que en la naturaleza todo está gobernado por leyes naturales, solamente el hombre, entre todos los moradores de la tierra, está sujeto a la ley moral. Al hombre, obra maestra de la creación, Dios le dio la facultad de comprender sus requerimientos, para que reconociera la justicia y la benevolencia de su ley y su sagrado derecho sobre él; y del hombre se exige una respuesta obediente.”

PP pg. 333.1 – “Cuando Adán y Eva fueron creados recibieron el conocimiento de la ley de Dios; conocieron los derechos que la ley tenía sobre ellos; sus preceptos estaban escritos en sus corazones. Cuando el hombre cayó a causa de su transgresión, la ley no fue cambiada, sino que se estableció un sistema de redención para hacerle volver a la obediencia. Se le dio la promesa de un Salvador, y se establecieron sacrificios con el propósito de dirigir sus pensamientos hacia el futuro, hacia la muerte de Cristo como supremo sacrificio. Si nunca se hubiera violado la ley de Dios, no habría habido muerte ni se habría necesitado un Salvador, ni tampoco sacrificios.”

PP pg. 40.4 – “Después de su pecado, Adán y Eva no pudieron seguir morando en el Edén. Suplicaron fervientemente a Dios que les permitiera permanecer en el hogar de su inocencia y regocijo. Confesaron que habían perdido todo derecho a aquella feliz morada, y prometieron prestar estricta obediencia a Dios en el futuro.”

Adán y Eva, después de su pecado, “prometieron prestar estricta obediencia a Dios en el futuro,” porque no estaban conscientes de su condición, de su desnudez espiritual. Se vieron desnudos físicamente, pero no comprendían su verdadera desnudez. No entendían que habían perdido su vestidura interna, su carácter y que tenían egoísmo en lugar de amor. No comprendían que tenían Gálatas 5:19-21 por naturaleza en vez de Gálatas 5:22-23.

Todos los hombres, al ser descendientes de Adán y Eva, estamos en esa misma condición, con esa misma desnudez espiritual. Y además, estamos igualmente de inconscientes acerca de nuestra verdadera naturaleza, no comprendemos la magnitud de nuestra verdadera desnudez y de nuestra ignorancia en cosas espirituales.

Adán, antes de caer en el pecado, tenía una relación cara a cara con Dios. Cuando Adán, después de caer en el pecado, prometió obediencia a Dios, no solo no entendía que no tenía capacidad para obedecer, pero además tampoco entendía que ahora necesitaba de un mediador, que necesitaba de un sustituto en la vida y en la muerte. Como Adán no entendía esto, Dios tenía que enseñarle, y por ello se estableció la ley ceremonial, el ritual simbólico, los sacrificios de animales.

La amonestación y el consejo del Testigo Fiel

Apocalipsis 3:17 – “Ya que tú dices: ‘Soy rico; me he enriquecido y no tengo ninguna necesidad,’ y no sabes que tú eres desgraciado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”

Si aceptamos la amonestación y el consejo del Testigo Fiel vamos a tener la necesidad de:

  1. Un sustituto en la vida,
  2. Un garante y sustituto en la muerte,
  3. Un mediador,
  4. El Espíritu Santo habitante como agente regenerador

–       Si aceptamos la amonestación y el consejo del Testigo Fiel, estaremos aceptando que no tenemos capacidad para amar, aceptaremos nuestra verdadera naturaleza, nuestra verdadera condición, nuestra desnudez e ignorancia espiritual.

–       Al aceptar sinceramente nuestra condición vamos a tener la necesidad de aquel que vino al mundo para preparar el medio: la obediencia perfecta y perpetua -> Cristo.

–       Si tenemos esta necesidad de la justicia de Cristo la vamos a pedir diariamente en el Servicio Diario, congregándonos al Santuario Celestial donde Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, se presenta diariamente ante el Padre por nosotros con su sangre y su justicia.

–       Al ser justificados y perdonados en Cristo en el Santuario Celestial, Cristo derramará el Espíritu Santo sobre nosotros en forma de lluvia temprana.

–       El Espíritu Santo como habitante en nosotros nos concede un nuevo carácter.

–       Este nuevo carácter nos es dado sin desarrollar, está 0% desarrollado.

–       Es nuestro deber desarrollar este nuevo carácter. Así la santificación se cumple gracias al Espíritu Santo + el esfuerzo humano.

–       El Espíritu Santo no puede desarrollar ese nuevo carácter por nosotros. Nosotros no podemos crear ese nuevo carácter. Es decir, el Espíritu Santo hace su parte y nosotros debemos hacer nuestra parte en la santificación.

–       Es gracias al trabajo de Cristo en el Santuario Celestial que el Espíritu Santo siembra en nosotros los frutos del Espíritu y el nuevo carácter. Es así que la santificación es un fruto de la justificación.

–       Para desarrollar ese nuevo carácter que nos es dado 0% desarrollado, se necesita de tiempo y circunstancias (pruebas).

–       Así como el carácter natural que heredamos al ser engendrados se llegó a desarrollar con actos repetidos que formaron hábitos y estos hábitos repetidos formaron nuestro viejo carácter, es con la repetición de actos que formaremos nuevos hábitos y con la suma de estos nuevos hábitos que desarrollaremos nuestro nuevo carácter.

–       Por ejemplo: el hábito de la alimentación saludable, el hábito de santificar el Sábado, el hábito de la preparación para el Sábado, el hábito del estudio de la Palabra de Dios, etc.

–       Así como hemos ejercitado el hacer el mal, el egoísmo y el pecado, debemos ejercitar la paciencia, la fe, el perdón, el buen carácter.

Si llegamos al día de nuestro Servicio Anual, el Día del Juicio de los vivos, sin desarrollar un nuevo carácter, llegaremos desnudos.

Debemos pedir un nuevo carácter, creer que lo recibimos y luego desarrollar ese nuevo carácter. Dios no va a desarrollar un nuevo carácter por nosotros. El Espíritu Santo no puede hacerlo todo. Nosotros somos los que lo vamos a desarrollar durante nuestro tiempo de gracia, durante ese período de pruebas pequeñas.

Apocalipsis 3:18 – “yo te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnude, y colirio para ungir tus ojos para que veas.”

Ese oro es el amor y la fe (FO pg. 22.1), es Gálatas 5:22-23.

El amor obedece la Ley y toda la Palabra de Dios (Romanos 13:10). Es decir, si recibimos el oro de Cristo al ser justificados por su justicia perfecta, ese amor se va a manifestar en obras, en la santificación de la persona que ha sido justificada (Santiago 2:26).

Apocalipsis 19:8 – “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio. Porque el lino fino es los actos justos de los santos.”

El hombre necesita de los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23) y necesita la Ley de Dios escrita en su mente y su corazón para poder desarrollar esa vestimenta interior, ese nuevo carácter.

Dios quiere devolvernos esa vestimenta interior antes de que llegue la prueba final.

Con la lluvia tardía tendremos poder para que esa vestimenta se confeccione mucho más rápido.

Pero es ahora que debemos empezar a confeccionar esa vestidura interna. Es hoy que debemos tomar la decisión de confeccionar la vestimenta de lino fino.

Esa vestimenta de lino fino no terminará de confeccionarse con la lluvia tardía, sino cuando Jesucristo venga por segunda vez en toda su gloria.

Filipenses 1:6 – “estando convencido de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.”

HOY comenzamos a confeccionar el nuevo carácter y se debe ir perfeccionando hasta el día en que Cristo venga por segunda vez.

Las pruebas pequeñas

MJ pg. 303.3 – “Dios prueba a cada joven. Muchos han disculpado su descuido e irreverencia con el mal ejemplo que les han dado algunas personas de la misma fe y de más experiencia. Pero esto no debiera disuadir a nadie del bien hacer. En el día de las cuentas finales no podrán aducir las excusas que presentan ahora. Serán condenados con justicia, porque conocían el camino, pero no escogieron andar en él.”

MJ pg. 282.1 – “El verdadero cristiano no deseará entrar en ningún lugar de diversión ni ocuparse en ningún entretenimiento sobre el cual no pueda pedir la bendición de Dios. No será hallado en el teatro, ni en la sala de billar, ni en salones donde se juega a los bolos. No se unirá a los alegres bailarines, ni tendrá parte en ningún otro placer seductor que haga desvanecer de la mente la figura de Cristo.”

Lo único que llevaremos al cielo será la vestimenta interna, el carácter.

1 Corintios 15:51 – “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados.”

Todos los que durante el tiempo de gracia desarrollaron la vestimenta interior, a la segunda venida de Cristo, sus ropas que llevan puestas caerán y recibirán las vestiduras blancas exteriores.

Hoy en día ponemos bastante énfasis y bastante atención a la moda, nos preocupamos en cómo adornarnos. Pero que poco ponemos énfasis a la vestimenta interior, que es lo único que llevaremos al cielo.

1 Pedro 3:3-4 – “Vuestro adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro, ni en vestir ropa lujosa; sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.”

A la segunda venida de Cristo:

1 Corintios 15:51-54 – “He aquí, os digo un misterio. No todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!”

Segunda Venida de Cristo
Segunda Venida de Cristo

El fin del conflicto

CS pg. 646.1:

El primer grupo:

“Inmediatos al trono se encuentran los que fueron alguna vez celosos en la causa de Satanás, pero que, cual tizones arrancados del fuego, siguieron luego a su Salvador con profunda e intensa devoción.”

El segundo grupo:

“Vienen después los que perfeccionaron su carácter cristiano en medio de la mentira y de la incredulidad, los que honraron la ley de Dios cuando el mundo cristiano la declaró abolida…”

Tercer grupo:

“…los millones de todas las edades que fueron martirizados por su fe.”

El cuarto grupo, la gran muchedumbre:

“Y más allá está la ‘grande muchedumbre, que nadie podía contar, de entre todas las naciones, y las tribus, y los pueblos, y las lenguas […] de pie ante el trono y delante del Cordero, revestidos de ropas blancas, y teniendo palmas en sus manos’ (Apocalipsis 7:9). Su lucha terminó; ganaron la victoria. Disputaron el premio de la carrera y lo alcanzaron. La palma que llevan en la mano es símbolo de su triunfo, la vestidura blanca, emblema de la justicia perfecta de Cristo que es ahora de ellos.”

Cuando Cristo viene por segunda vez a la tierra, los redimidos son revestidos de ropas blancas. La vestidura blanca, la justicia perfecta de Cristo es el nuevo carácter semejante al de Cristo que empezaron a formar, antes de su segunda venida, en acciones de obediencia.

Todos los redimidos están dentro de la ciudad, de la nueva Jerusalén que descendió del cielo.

La desnudez de los redimidos es cubierta con las ropas blancas.

En cambio, para los que se quedaron afuera de la ciudad, se descubre la vergüenza de su desnudez, en ocasión de la tercera venida de Cristo:

Ezequiel 16:37 – “por eso, he aquí que voy a reunir a todos tus amantes con quienes tuviste placer. A todos los que amaste y a todos los que aborreciste, los reuniré contra ti de los alrededores. Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu desnudez.”

Tercera Venida de Cristo
Tercera Venida de Cristo

¿Quiénes son los “enamorados” o “amantes” de Ezequiel 16:37?

Son aquellos que dijeron: “No hay nada de malo en ir a una fiesta,” “no hay nada malo en divertirse.”

“Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu desnudez.”

El Señor llama “enamorado/amante” a todos aquellos que te invitan a las fiestas.

¿Queremos que nuestra experiencia sea la de Ezequiel 16:37?

Cada uno de nosotros debe responder esa pregunta.

Isaías 3:16-24 – “Asimismo dijo Jehovah: ‘Por cuanto las hijas de Sion son altivas, andan con el cuello erguido, lanzan miradas seductoras, caminan zapateando y hacen resonar los adornos de sus pies, el Señor pelará con tiña la cabeza de las hijas de Sion; Jehovah desnudará sus frentes.’ En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas, los aretes, los brazaletes, los velos, los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de perfume, los amuletos, los anillos, los joyeles de la nariz, las ropas festivas, los mantos, los pañuelos, los bolsos, los espejos, la ropa íntima, los turbantes y las mantillas. Y sucederá que habrá hediondez en lugar de los perfumes, soga en lugar de cinturón, rapadura en lugar de los arreglos del cabello. En lugar de ropa fina habrá ceñidor de cilicio; porque en lugar de belleza habrá vergüenza.”

Adentro de la Nueva Jerusalén estarán los redimidos con la belleza de la eterna juventud. Mientras que los de afuera están tal como los encontró la muerte… viejos, arrugados, con sus cirugías plásticas, con sus enfermedades y defectos. Se encuentran así porque durante sus vidas buscaron fervientemente el ornato exterior en lugar del ornato interior.

Cuán importante es pues renunciar al egoísmo y a la vanidad.

Cuán importante es que desarrollemos un nuevo carácter semejante al de Cristo.

1 Pedro 3:3-4 – “Vuestro adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro, ni en vestir ropa lujosa; sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios

Amen. Que Dios los bendiga.

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