El Cuidado de las Avenidas del Alma
Los que no quieren ser víctimas de las asechanzas de Satanás deben custodiar cuidadosamente las avenidas del alma; deben abstenerse de leer, ver u oír cuanto sugiera pensamientos impuros. No se debe dejar que la mente se espacie al azar en todos los temas que sugiera el adversario de las almas. {MJ 201.4}