La Importancia Del Trabajo
Dios dio el trabajo como una bendición para que el hombre ocupara su mente, fortaleciera su cuerpo y desarrollara sus facultades.
Blog de estudios bíblicos.
Dios dio el trabajo como una bendición para que el hombre ocupara su mente, fortaleciera su cuerpo y desarrollara sus facultades.
La ley no se proclamó en esa ocasión para beneficio exclusivo de los hebreos. Dios los honró haciéndolos guardianes y custodios de su ley; pero debían de tenerla como un santo legado para todo el mundo. Los preceptos del Decálogo se adaptan a toda la humanidad, y se dieron para la instrucción y el gobierno de todos. Son diez preceptos, breves, abarcantes, y autorizados, que incluyen los deberes del hombre hacia Dios y hacia sus semejantes; y todos se basan en el gran principio fundamental del amor.
En el primer capítulo de Joel vimos un primer llamado a congregarse al Santuario (Joel 1:14). En este segundo capítulo vamos a encontrar otros dos llamados a congregarse al Santuario.
«Por lo tanto, cualquiera que quebranta el más pequeño de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumple y los enseña, éste será considerado grande en el reino de los cielos.» (Mateo 5:19)
Mateo 25:1-13 – “Entonces, el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio…»
Este documento, al defender la Ley de Dios, no pretende dar a entender que el hombre es justificado por las obras de la ley. El hombre es justificado ante Dios por la fe en la justicia/obediencia perfecta de Cristo. Pero este documento sirve para demostrar que la justificación por la fe no quiere decir que la Ley de Dios haya sido anulada o cambiada.
El ritual simbólico nos enseña que había solamente un lugar en el cual el Sacerdote terrenal podía presentar la sangre – el tabernáculo o Santuario. Si el israelita o el Sacerdote quería presentar la sangre sacrificada en cualquier otro lugar, ese hombre debía ser excluido o muerto.
Cómo han decaído las Iglesias Protestantes que hoy en día pisotean la Ley de Dios bajo el clamor «¡Estamos bajo la gracia!»
La representación simbólica por medio de la cual Dios había revelado al rey y al pueblo su propósito para con las naciones de la tierra, iba a emplearse para glorificar al poder humano. La interpretación de Daniel iba a ser rechazada y olvidada; la verdad iba a ser interpretada con falsedad y mal aplicada.